Abstract:En el ambiente académico de la ingeniería es conocido que entre los años 2017 y 2019 han habido muchas novedades relacionadas con la definición de los nuevos estándares para los futuros procesos de acreditación.
Si bien -a la fecha- los estándares específicos para las diferentes ingenierías aún no fueron aprobados formalmente, si se avanzó en establecer las Actividades Reservadas, las competencias específicas y genéricas -con sus descriptores de conocimientos-, y la metodología a seguir para los nuevos procesos de acreditación.
Entre todas estas novedades para nuestros futuros profesionales se destacan: la incorporación de la enseñanza por “competencias” y también la importancia que se le ha dado en todas las ingenierías a temas como “creatividad”, “innovación”, “emprendedorismo”, “ética”, “valores” y demás cuestiones que se denominaron “Competencias sociales, políticas y actitudinales”.
En la formación por competencias se consideran los tres saberes -el Saber Hacer, el Saber Conocer (aprender) y el Saber Ser-, pero en la enseñanza de las ingenierías siempre se han priorizado el Hacer y el Conocer por sobre el Ser.
Varios estudios y autores –como del filósofo Mario Bunge- demuestran que de los tres saberes el Ser es el primordial y que sin él no pueden desarrollarse los otros dos.
En el presente trabajo pretendemos mostrar cómo trabajar el “Saber Ser” en la enseñanza de la Ingeniería vinculando e integrando ""los valores, la ética y las personas"" a los “conocimientos, los desarrollos tecnológicos y las innovaciones”.
Hoy en la Argentina –y en el mundo- estas habilidades relacionadas con el Ser y la Creatividad son indispensables para formar los nuevos y “buenos” ingenieros, para que se desempeñen antes que nada con “valores y ética” en un mercado laboral cambiante y acelerado, donde es casi imposible predecir el futuro de la industria y de los trabajos casi en el corto plazo debido a los avances y la mutación de las tecnologías. |